Taxi Driver

¿You talkin' to me?

Ahora le toca a De Niro, es santo de mi devoción, es grande, me hace disfrutar. Hace menos de un mes vi Toro salvaje y me dejó un regusto peculiar, será el extraño maridaje de palomitas con blanco semi-dulce, pero eso es una historia y una película que serán contadas en otra ocasión.
En este film, en mi opinión, hace todo el trabajo, aunque he de reconocer que la inocencia rota de una casi adolescente Jodie foster, le añade dramatismo.
No os podréis abstraer de los 32 años que han pasado desde su estreno. La juventud de nuestro protagonista es chocante para los espectadores de menos de 30 años que tenemos en mente a un tipo que este año cumplirá los 65. Es un chaval, que no aparenta la treintena que por entonces tendría, Jodie Foster se nos aparece como una ninfa infantil y Harvey Keitel, que hace el papel secundario de 'Sport', es un hombre de mediana edad con unos pectorales para partir almendras.

Bueno, sobrepuestos de la impresión, podréis sentir la angustiosa soledad en la que el protagonista se ve sumido y que poco a poco le irá corroyendo. Ese aislamiento y falta de motivaciones hace mella en cualquiera, y en un veterano de guerra cargado de sufrimiento no puede hacer más que estallar, como al final sucede.Cuando terminéis, os dará que pensar la extraña y estrecha línea entre la cordura y la locura, así como lo poquito que a veces diferencian las acciones de un héroe y las de un perturbado. Aunque para perturbadoras, las ojeras de De Niro, que se me antojan reales dada la seriedad con la que afronta la preparación de papeles.
Alguna Curiosidad
Por lo visto, De Niro trabajó como taxista cuatro semanas para preparar el papel y muy pocos clientes lo reconocieron.
Cuando se estrenó la película ni Scorsese ni los productores albergaban muchas esperanzas de éxito, de hecho le dijeron al director: "Pase lo que pase es una gran película". Pero llegó el día del estreno, diez minutos antes se encaminaron a la sala y encontraron una descomunal cola, sin duda había algún problema. Pero lo que realmente pasó, es que ya había cola para la entrar a la siguiente sesión. En europa tuvo más exito que en estados unidos, se llevó una Palma de oro y cuatro nominaciones a los Oscars ese año.
Es una muy buena película, no estoy del todo seguro que merezca ir al olimpo, pero el empujoncito que me quita la duda es el papelón que hace mi muy querido Robert. Disfrutad de ella.


Travis es un marine retirado que se gana la vida como taxista. Su vida es anodina, rutinaria y sin ninguna meta aparente. Los dias se escapan en el asiento de chófer, grises, oscuros.
Hasta que un día, la luz llega a su vida. Betsy es una mujer comprometida con la campaña del senador Palantine por la presidencia. Una mujer angelical, todo aquello que un tipo como Travis quisiera tener a su lado.
En un alarde de arrojo, consigue que acceda a tomar un café. Su osadia y su extraño caracter le dota de un embriagador misterio y contra todo pronóstico logra una cita. No es ni un truhán ni un caballero si no un esclavo del trabajo, embrutecido por una vida banal y los bajos fondos por los que se ve obligado a transitar. La velada se va al traste irremediablemente, Betsy no quiere volver a saber de él.
La efímera luz se apaga, y vuelve el trágico transcurrir de días.
Se hunde, el ambiente sórdido de una ciudad podrida le repugna cada día un poco más. Se siente perdido, terriblemente solo. Tras un incidente con un marido dispuesto a matar a su mujer, decide hacerse con un arma para protegerse, aunque una vez ante el surtido que le ofrece el tratante, atraido hipnóticamente decide comprarlas todas. Juguetea con ellas, apunta, simula disparar a alguien, definitivamente está perdiendo la noción de la normalidad.
Ojalá pudiera limpiar la ciudad de escoria, todo sería mejor, incluso su mísera existencia.
Entra en su vida una prostituta adolescente llamada Iris, ya la había visto antes, si, en una de sus muchas carreras por los pozos de vicio de la urbe. Atraido más allá de la carnalidad por la virginal puber, decide pagar a su chulo para poder estar con ella a solas. Allí descubre que es de todo menos cándida, es una yonki despojada de valores. Aturdido por tanta sodidez, decide redimirla, sacarla de ese estercolero. Quizás no pueda limpiar toda la ciudad, pero se ve con fuerzas para acabar con aquello, ya tiene algo por lo que vivir.
Pero es todo menos un samaritano, la guerra aún corre por sus venas y no tiene más arma para acabar con los detritos de la sociedad que su magnum 357.